El Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti) es una especie de águila endémica del suroeste de la Península Ibérica y norte de Marruecos. Hasta no hace mucho se le consideraba una subespecie del águila imperial (Aquila heliaca), pero los estudios de ADN de ambas aves demostraron que estaban lo suficientemente separadas como para constituir cada una, una especie válida. El águila imperial ibérica se encuentra actualmente en peligro de extinción.
El plumaje es pardo muy oscuro en todo el cuerpo, excepto en los hombros y la parte alta de las alas, de color blanco. La nuca es ligeramente más pálida que otras partes del cuerpo, y la cola más oscura, sin bandas claras o líneas blancas como en el águila imperial oriental. En el caso de los individuos subadultos, éstos son pardo-rojizos, sin diferencias de coloración, y no desarrollan el plumaje de los individuos maduros hasta los 5 años de edad, al mismo tiempo que la madurez sexual. El tamaño medio de los adultos es de 80 cm. de altura y 2,8 kilos, si bien las hembras, más grandes que los machos, pueden llegar a los 3,5 kilos. La envergadura varía entre los 1,9 y 2,2 metros.
Habita en alcornocales y encinares abiertos, con praderas en las cercanías. El grueso de su alimentación lo constituyen los conejos, que cazan en solitario o en pareja. También depreda sobre liebres, palomas, cuervos y otras aves, y en menor medida zorros y pequeños roedores, y pueden alimentarse ocasionalmente de carroña. Las capturas son considerablemente más pequeñas que las del águila real, ya que las garras de la imperial son menos fuertes que la de aquella.
Al contrario que el águila imperial de Eurasia y África oriental, la especie ibérica no emigra. Cada pareja defiende su zona de caza y reproducción (unas 2.000 hectáreas) durante todo el año.
miércoles, 21 de mayo de 2008
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